La historia
Es a finales del siglo XIX cuando entre la burguesía ilustrada de la comarca del Ripollés se toma consciencia de que un gran patrimonio tradicional se veía amenazado por el olvido. La industrialización había propiciado que el entorno aparentemente inmutable de nuestros antepasados cambiara rápidamente. Se trataba de la cultura de un pueblo: oficios, artesanía, costumbres, leyendas, canciones y bailes, creencias y supersticiones transmitidas anónimamente generación tras generación. La burguesía sensibilizada se dio cuenta que era necesario preservar la memoria de los tiempos antiguos a modo de lección para el futuro. A su vez, en Cataluña dichos aspectos de la propia cultura eran considerados símbolos nacionales destinados a reconocer la propia identidad.
Fue este el espíritu del período conocido como la Renaixença. Nacía así el folclore, la archivística y el excursionismo, los cuales tuvieron como importante fruto la creación del Archivo Museo Folclórico de Ripoll, en el ático de la iglesia de San Pedro. Cabe destacar que, ya en un buen principio y a pesar de tratarse de promotores poco iniciados en el tema, fueron capaces de progresar del simple coleccionismo a la sistemática propia de una ciencia social en si que es tal y como hoy en día entendemos la etnología. Con el paso de los años el museo se convirtió en un “museo de museos” gracias a su representitividad. Hoy, en su ubicación moderna, el Museo Etnográfico de Ripoll ha llegado a ser un museo de referencia en el Pirineo Oriental.
El Museo Etnográfico de Ripoll es memoria y es vida: legado de nuestros predecesores y lección para el futuro. Las generaciones actuales y venideras somos y serán producto de unas antiguas formas de vivir, de pensar y superar las dificultades. El museo del siglo XXI ha de permitirnos entender la actualidad gracias a estos instrumentos. El Museo Etnográfico de Ripoll es memoria y es vida: legado de nuestros predecesores y lección para el futuro. Las generaciones actuales y venideras somos y serán producto de unas antiguas formas de vivir, de pensar y superar las dificultades. El museo del siglo XXI ha de permitirnos entender la actualidad gracias a estos instrumentos.
El nuevo museo
Fue en el año 1929 cuando se fundó el Archivo Museo Folclórico de Ripoll, el cual se situó en el ático de la antigua iglesia de San Pedro y fue el primero dedicado a la etnografía en Cataluña. A lo largo de 70 años y de manera ininterrumpida se dedicó a recoger, conservar, estudiar y difundir el patrimonio de la región. El resultado es el Museo Etnográfico de Ripoll que después de 10 años readaptándose, abre otra vez sus puertas para seguir preservando y enriqueciendo su colección y volver a mostrar un legado que nos ayuda a entender como fue una sociedad gracias a un patrimonio material e inmaterial, en el que destacan las colecciones relacionadas con los pastores, los campesinos, los oficios, la religiosidad popular, la Fragua catalana y con la producción de hierro forjado y de armas de fuego portátiles que se fabricaron en la comarca del Ripollés.
La nueva sede, inaugurada en marzo de 2011, invita a realizar un recorrido – interesante a la vez para grandes y pequeños – que permite descubrir el pasado reciente y la identidad de un territorio, así como conocer otra forma de vivir y de sentir.
Misión
La misión del Museo Etnográfico de Ripoll, es documentar, estudiar, difundir y conservar el patrimonio etnológico material e inmaterial, especialmente del Ripollès, abarcando el Pirineo Oriental y destacar aquellos aspectos originales que nos permiten explicar el pasado y la evolución social, cultural, económica y técnica de la zona, con la voluntad de mostrar nuestra identidad y desarrollar redes de trabajo y de estudio a lo largo del territorio, convirtiéndose en un centro de referencia para dar a conocer nuestra manera de ser y de vivir en el mundo , y a la vez un lugar donde el mundo se muestre en nuestro territorio. Debe enseñar cómo era nuestra sociedad en el pasado pero tiene como reto estudiar y analizar la sociedad actual, para contribuir y para avanzar de una manera cohesionada e inclusiva.